7 de agosto de 2018

ESTUPEFACTOS


Estupefactos y boquiabiertos. Así es como se quedaron todos los pacientes (y sus familiares) del control de hospitalización de Hematología (en la 9ª planta de nuestro hospital) cuando, en la tarde del pasado 26 de julio, vieron como personal no sanitario del centro, bajo la dirección de la supervisora de guardia, procedía a depositar en pleno pasillo del servicio unas diez camas antiguas, sensiblemente sucias y deterioradas, que habían traído de no se sabe dónde (ver fotos 1, 2 y 3). Por lo inesperado y contundente del despliegue, aquello parecía, más bien, una especie de repentina invasión bélica en la que sorprendentes artefactos de hierro y madera descascarillada se apostaban amenazantes frente a las puertas de todas y cada una de las habitaciones.

Foto 1

Foto 2

Foto 3

Tras ese primer despliegue de las antiguas camas a lo largo del pasillo, hizo acto de presencia la infantería conformada por un pequeño grupo de limpiadoras a las que se ordenó que quitasen a las viejas camas toda la suciedad que se pudiese, así como retirarles las cintas y esparadrapos que a modo de chapuceros arreglos presentaban. Esta segunda fase de la invasión hizo que la sorpresa inicial de pacientes y familiares comenzara a tornarse rápidamente en un obvio malestar, ya que la mayoría de los enfermos/as allí ingresados presentan serios problemas de inmunodepresión y se encuentran sometidos a un riguroso aislamiento, incompatible a todas luces con las actividades que allí se estaban desplegando.
Pero, por desgracia, la sorpresa y el malestar de pacientes y familiares no iba a quedarse tan sólo ahí, ya que, cuando acabó la fase “lavado de cara”, la supervisora al mando dio orden de poner en marcha la tercera y última fase de la operación, la del “cambiazo”, y que consistió, nada más y nada menos, que en meter las antiguas camas descascarilladas en todas y cada una de las habitaciones de la unidad, ubicar en ellas a todos los enfermos y, finalmente, retirarles a éstos todas las camas nuevas de las que hasta ese día disponían, camas que se habían incorporado a las habitaciones hace muy pocos años y que eran de mucha mejor calidad y características funcionales que las lavadas a prisa y corriendo en pleno pasillo (ver foto 4).

Foto 4
 Como era de esperar, las protestas no tardaron lo más mínimo en extenderse y fueron muchos los familiares que, indignados, comenzaron a tomar fotos y videos de tan vergonzosa operación. Resultaba inaudito, pero, por desgracia, el espectáculo que todos contemplaban incrédulos era real: se estaban cambiando en todas las habitaciones un mobiliario más nuevo, avanzado e higiénico por otro más antiguo, de peor calidad y mucho más susceptible de generar reservorios de microorganismos patógenos entre sus deteriorados elementos de madera…¡y todo ello en una unidad con mayoría de pacientes sensibles a contraer todo tipo de infecciones!; en definitiva, se estaba actuando de forma totalmente contraria a lo que cualquier mínima lógica asistencial aconsejaría y se estaba incurriendo, por supuesto, en una práctica que chocaba de modo frontal con ese supuesto Plan de mejora de la Confortabilidad que la Gerencia del centro tanto anunció a bombo y platillo el pasado mes de mayo.
De todos los pacientes afectados por este verdadero “robo” de camas hubo, sin embargo, uno que (a modo de resistente aldea gala en medio de la invasión romana) rechazó el ataque y que ahora es, por tanto, el único que conserva el tipo de cama más nueva y adecuada a las condiciones de la unidad que originariamente tenían todos los pacientes (ver foto 5). 

Foto 5

Este vergonzoso cambalache de camas, debe destacarse, no sólo afectó a las habitaciones generales, sino también a la unidad de trasplante de médula, que es, sin duda, una de las dependencias más trascendentes de la unidad y que quedó finalmente tal como muestran las fotos que os adjuntamos (ver fotos 6, 7 y 8). Además del deteriorado estado de las camas que allí se metieron, en estas fotos puede apreciarse también la lamentable situación general del resto de elementos que configuran el mobiliario de esta sala: ventanas sin persianas, una báscula prehistórica, cortinas que más bien parecen sábanas colgadas y que apenas evitan el paso constante de la luz, etc., etc., etc.

Foto 6

Foto 7

Foto 8

Para AO y CGT del Hospital Puerta del Mar no cabe duda de que lo ocurrido en Hematología constituye una evidente agresión hacia todos los pacientes y profesionales de esta importante unidad de nuestro centro, y es un acto que (tanto por ello, como por el grave desprestigio que público que supone) debería sumir a la dirección en la más profunda de las vergüenzas.
Hechos como los acontecidos en Hematología vienen a demostrar la absoluta falacia de los constantes anuncios sobre supuestos planes de humanización y confortabilidad que se lanzan desde la dirección del hospital, y que no son, en el fondo, más que simples campañas de imagen destinadas a esconder las pésimas condiciones de estancia que tienen que sufrir una gran parte de nuestros pacientes ingresados y sus acompañantes con camas en pésimo estado y hasta rotas, sillones incómodos y a los que les faltan piezas, etc.   
Desde CGT y AO exigimos, en primer lugar, el cese o la dimisión inmediata de todos los/las responsables del hospital que acordaron la ejecución del cambio de camas en la unidad de Hematología; en segundo lugar, lógicamente, exigimos que se dote con urgencia a ésta (y sin retirarlas de ninguna otra unidad) del mismo tipo de camas de que disponían antes del cambio denunciado; finalmente, y sobre todo, exigimos a la dirección del hospital algo muy elemental y básico: que hablen menos hacia el exterior del hospital y que hagan más hacia el interior de nuestro centro, porque eso es, precisamente, lo que diferencia a los gestores eficaces de los simples propagandistas a sueldo. 



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