Estupefactos y boquiabiertos.
Así es como se quedaron todos los pacientes (y sus familiares) del control de
hospitalización de Hematología (en la 9ª planta de nuestro hospital) cuando, en
la tarde del pasado 26 de julio, vieron como personal no sanitario del centro,
bajo la dirección de la supervisora de guardia, procedía a depositar en pleno
pasillo del servicio unas diez camas antiguas, sensiblemente sucias y deterioradas,
que habían traído de no se sabe dónde (ver fotos 1, 2 y 3). Por lo inesperado y
contundente del despliegue, aquello parecía, más bien, una especie de repentina
invasión bélica en la que sorprendentes artefactos de hierro y madera
descascarillada se apostaban amenazantes frente a las puertas de todas y cada
una de las habitaciones.
Foto 1 |
Foto 2 |
Foto 3 |
Tras ese primer despliegue de las
antiguas camas a lo largo del pasillo, hizo acto de presencia la infantería
conformada por un pequeño grupo de limpiadoras a las que se ordenó que quitasen
a las viejas camas toda la suciedad que se pudiese, así como retirarles las
cintas y esparadrapos que a modo de chapuceros arreglos presentaban. Esta
segunda fase de la invasión hizo que la sorpresa inicial de pacientes y
familiares comenzara a tornarse rápidamente en un obvio malestar, ya que la
mayoría de los enfermos/as allí ingresados presentan serios problemas de
inmunodepresión y se encuentran sometidos a un riguroso aislamiento,
incompatible a todas luces con las actividades que allí se estaban desplegando.
Pero, por desgracia, la
sorpresa y el malestar de pacientes y familiares no iba a quedarse tan sólo ahí,
ya que, cuando acabó la fase “lavado de cara”, la supervisora al mando dio
orden de poner en marcha la tercera y última fase de la operación, la del “cambiazo”,
y que consistió, nada más y nada menos, que en meter las antiguas camas descascarilladas
en todas y cada una de las habitaciones de la unidad, ubicar en ellas a todos
los enfermos y, finalmente, retirarles a éstos todas las camas nuevas de las
que hasta ese día disponían, camas que se habían incorporado a las habitaciones
hace muy pocos años y que eran de mucha mejor calidad y características
funcionales que las lavadas a prisa y corriendo en pleno pasillo (ver foto 4).
Foto 4 |
De todos los pacientes
afectados por este verdadero “robo” de camas hubo, sin embargo, uno que (a modo
de resistente aldea gala en medio de la invasión romana) rechazó el ataque y
que ahora es, por tanto, el único que conserva el tipo de cama más nueva y
adecuada a las condiciones de la unidad que originariamente tenían todos los
pacientes (ver foto 5).
Foto 5 |
Este vergonzoso cambalache de
camas, debe destacarse, no sólo afectó a las habitaciones generales, sino
también a la unidad de trasplante de médula, que es, sin duda, una de las
dependencias más trascendentes de la unidad y que quedó finalmente tal como
muestran las fotos que os adjuntamos (ver fotos 6, 7 y 8). Además del deteriorado
estado de las camas que allí se metieron, en estas fotos puede apreciarse también
la lamentable situación general del resto de elementos que configuran el
mobiliario de esta sala: ventanas sin persianas, una báscula prehistórica,
cortinas que más bien parecen sábanas colgadas y que apenas evitan el paso
constante de la luz, etc., etc., etc.
Foto 6 |
Foto 7 |
Foto 8 |
Para AO y CGT del Hospital
Puerta del Mar no cabe duda de que lo ocurrido en Hematología constituye una evidente
agresión hacia todos los pacientes y profesionales de esta importante unidad de
nuestro centro, y es un acto que (tanto por ello, como por el grave desprestigio
que público que supone) debería sumir a la dirección en la más profunda de las
vergüenzas.
Hechos como los acontecidos en
Hematología vienen a demostrar la absoluta falacia de los constantes anuncios sobre
supuestos planes de humanización y confortabilidad que se lanzan desde la
dirección del hospital, y que no son, en el fondo, más que simples campañas de
imagen destinadas a esconder las pésimas condiciones de estancia que tienen que
sufrir una gran parte de nuestros pacientes ingresados y sus acompañantes con
camas en pésimo estado y hasta rotas, sillones incómodos y a los que les faltan
piezas, etc.
Desde CGT y AO exigimos, en
primer lugar, el cese o la dimisión inmediata de todos los/las responsables del
hospital que acordaron la ejecución del cambio de camas en la unidad de
Hematología; en segundo lugar, lógicamente, exigimos que se dote con urgencia a
ésta (y sin retirarlas de ninguna otra unidad) del mismo tipo de camas de que
disponían antes del cambio denunciado; finalmente, y sobre todo, exigimos a la
dirección del hospital algo muy elemental y básico: que hablen menos hacia el
exterior del hospital y que hagan más hacia el interior de nuestro centro,
porque eso es, precisamente, lo que diferencia a los gestores eficaces de los
simples propagandistas a sueldo.
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