ORGANIZACIÓN Y LUCHA

3 de julio de 2020

NO ES MOMENTO PARA OBRAS

Salvo que resulten estrictamente imprescindibles, los abajo firmantes nunca hemos sido partidarios de la realización de obras de envergadura en nuestro hospital, tanto por los gravísimos problemas de infecciones y falta de limpieza que pueden generar, como por la convicción que siempre hemos tenido de que los grandes problemas de nuestro centro no son, en absoluto, arquitectónicos, sino más bien funcionales: grave déficit de plantilla, falta de actividad por las tardes e insuficiencia de medios, esencialmente. Por desgracia, esa no ha sido nunca la postura de los sucesivos Gerentes/as de nuestro hospital, que siempre han hecho de la realización constante de obras un elemento trascendental de su estrategia de gestión, hasta el extremo, muchas veces, de acometer actuaciones sobre obras previas ya realizadas por anteriores cargos directivos (las unidades de urgencias y UCI son un claro ejemplo de esa absurda reiteración de cambios arquitectónicos al albur del capricho de cada gerencia).

Pues bien, si esa posición respecto a la política de obras la hemos defendido siempre y para cualquier periodo de nuestra existencia como centro, con más razón aún entendemos que tiene plena validez en momentos en que nos enfrentamos a graves crisis sanitarias, como la que actualmente sufrimos con la pandemia por covid 19, cuyos episodios más agudos ya se han superado, pero de la que aún no hemos salido en absoluto (aunque la irresponsabilidad social de muchos así lo pueda hacer creer).

Pero tampoco ahora la actual gerencia del hospital (designada por el PP) parece coincidir en lo más mínimo con esa postura, ya que, según ha anunciado en las diversas sesiones informativas llevadas a cabo en las última semanas, este verano de 2020 (el verano de la covid 19 y de los riesgos permanente de rebrotes) va a ser, sin duda, el periodo estival en que un mayor número de grandes obras van a acometerse en nuestro centro, algo absolutamente paradójico y, sin lugar a dudas, profundamente preocupante.

Así, entre las obras que ya se han anunciado que se realizarán figuran las que siguen:

1. Remodelación completa del servicio de cocina (que va a conllevar su cierre durante casi 4 meses y que el gran grueso de nuestras comidas de pacientes vayan a ser preparadas en el exterior del hospital por un catering privado).

2. Remodelación completa del laboratorio de bioquímica de la primera planta, cuya ejecución está asignada a la empresa Abbott, que aportará también todos los aparatos y suministros del nuevo laboratorio durante varios años.

3. Remodelación completa del módulo exterior que albergaba el punto de extracción de sangre, la unidad de trabajo social y diversas dependencias de gestión de citas y listas de espera, donde se va a construir un nuevo hospital de día médico que aglutine todos los existentes en el interior del centro.

4. Remodelación completa del vestíbulo de acceso principal del centro, donde se van a hacer obras para ampliar el punto de información e instalar también las dependencias del servicio de seguridad (actualmente en planta sótano).

5. Y adecuación de los laboratorios de Hematología y Genética de la primera planta.         

Ninguna de las obras citadas tiene nada que ver con preparación alguna de nuestro centro para cualquier posible repunte futuro de la pandemia por covid 19 y, de hecho, todas ellas ya estaban aprobadas y programadas desde hace varios años, si bien su ejecución se ha mantenido paralizada por las más diversas e irresponsables razones, viniéndose a reactivar, sin duda, en el periodo más inadecuado de nuestra historia sanitaria reciente.

A todas estas obras, además, habrá que sumar las ya anunciadas en las distintas unidades de hospitalización que se van a cerrar este verano entre los hospitales Puerta del Mar y San Carlos (4 en el primero y una en el segundo) para la realización, como ellos dicen, de obras de remozamiento de los controles, baños, etc.  

Como se ve, toda una relación de obras de gran y mediana envergadura que van a convertir nuestro centro hospitalario (y muy especialmente las plantas sótano, baja y primera) en una especie de gran promoción urbanística que concentrará no sólo todos los problemas propios que cualquier obra conlleva en un hospital (polvo, suciedad, molestias, etc.), sino también todos los que provoque el abandono (en pro de las mismas) de otros objetivos asistenciales más trascendentes, a nuestro juicio, en estos momentos.

Desde las Secciones Sindicales de AO y CGT entendíamos que este verano de 2020 debía ser para nuestro hospital el momento de avanzar casi de forma exclusiva en dos grandes líneas de actividad:

·         Por un lado, la puesta al día inmediata y urgente de todas las listas de espera que se han indo incrementado de forma brutal durante los tres últimos meses de la fase aguda de la pandemia por Covid 19 (lo que habría exigido el mantenimiento al 100% de toda nuestra actividad en estos meses).

·         Y, por otro, la completa preparación de nuestro centro (en adecuación de instalaciones, acumulación de materiales y desarrollo del conocimiento y formas de trabajo) para cualquier posible nueva ola de pandemia por covid 19 que pueda acontecer a partir de octubre.

Pero, por desgracia, nada de lo anterior parece que vaya a suceder. Si ya el anuncio hace dos semanas de los cierres de controles previstos y la menor tasa de cobertura del personal que se marcha de vacaciones dejaban claro que lo asistencial no iba a ser la gran prioridad de nuestros gestores este verano, ahora el anunciado dato de las obras previstas viene a demostrarnos a que se van a dedicar prioritariamente los escasos recursos económicos de que disponemos y cuáles van a ser las principales preocupaciones de nuestros directivos entre julio y octubre: obras, obras y más obras.

Frente a dicha estrategia, las Secciones Sindicales de AO y CGT reiteramos que ninguna de las obras descritas (que han estado paralizadas, de hecho, durante años) reúne la urgencia necesaria para tener que acometerla inexcusablemente este verano y consideramos, así mismo, que toda la atención y recursos de que pueda disponer actualmente nuestro hospital (tanto humanos como económicos) deben centrarse de forma prioritaria en los dos objetivos antes citados: poner al día todas nuestras listas de espera y preparar el hospital para los grandes retos asistenciales que nos esperan después del periodo estival.

Por todo lo expuesto, demandamos del equipo directivo del hospital y de los responsables sanitarios de la provincia un cambio urgente de la estrategia gestora que vienen desplegando, de forma que pongamos con urgencia todo el foco de nuestra actividad en la mejora efectiva de la atención a nuestros pacientes (tanto asistencial como preventivamente) y se dejen a un lado actividades y proyectos que, sin duda, pueden seguir esperando tiempos mejores para su ejecución.

 

Cádiz, a veinticuatro de junio de dos mil veinte.



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