ORGANIZACIÓN Y LUCHA

26 de septiembre de 2020

¡¡ NO VOY A TOLERAR LAS MENTIRAS !!

 Solo una persona que haya perdido por completo la sensatez o alguien a quien el ejercicio del poder se le hubiera subido totalmente a la cabeza sería capaz de hacer algo así. Sucedió en nuestro hospital ayer jueves, 24 de septiembre, con motivo de una de las periódicas reuniones que nuestro Gerente, D. Sebastián Quintero, suele convocar (cuando le parece bien) con la excusa de informar sobre la situación covid, pero con la única pretensión, en el fondo, de acabar criticando en mayor o menor medida a todos aquellos/as que no actuamos conforme a sus cánones.

Ya lo había hecho en anteriores encuentros, dejando caer en sus intervenciones valoraciones estrambóticas, amenazas directas de sanciones o acusaciones veladas sobre el mal uso (incluido el hurto) de los medios de protección frente a la covid 19, pero ayer jueves, sin duda, nuestro gerente superó con creces los peores augurios de todos los allí presentes sobre qué clase de barbaridad soltaría esta vez.

Así, lo que un principio tendría que haber sido una mera reunión informativa sobre la situación covid en el centro (como es su obligación) acabó convirtiéndose casi desde el minuto uno en un permanente desmentido y ataque hacia los trabajadores y trabajadoras de urgencias, que pocos días antes habían recogido firmas y denunciado públicamente la falta de personal en su servicio.

Para ello, D. Sebastián utilizó todo tipo de argumentos y comparaciones, pero la más lamentable, sin duda, fue aquella en que, para recalcar lo pernicioso y falso de la denuncia de urgencias, no tuvo otra ocurrencia que la de exponer en la pantalla del salón de actos una enorme imagen del responsable de propaganda de Hitler (y temido asesino) JOSEPH GOEBBELS con la frase, a modo de subtítulo, “UNA MENTIRA REPETIDA MIL VECES SE CONVIERTE EN UNA VERDAD” (ver fotos 1 y 2); ¿intentaba con ello comparar al personal de urgencias con el propagandista nazi, experto en convertir las falsedades en creencias ciegas?, ¿intentaba, tal vez, señalar únicamente la presunta autoría de la famosa frase?...; lo desconocemos, pero sea como fuere, lo que sí estuvo claro para muchos de los allí presentes fue que, como mínimo, llamó a todo el personal de urgencias mentirosos y, como máximo, vino a comparar abiertamente su denuncia con la repugnante propaganda nazi.




Pero la osadía del gerente, por desgracia, no terminó ahí. Henchido de prepotencia, siguió largando y largando sin parar, persistiendo una y otra vez en sus acusaciones y, después de amenazar a todo el auditorio con un rotundo “¡NO VOY A TOLERAR LAS MENTIRAS!”, llegó a manifestar que estamos en una “SITUACIÓN DE GUERRA” y comparó abiertamente el momento presente de nuestro país con lo vivido “EN LA GUERRA CIVIL” (ante la incredulidad de muchos de los que allí estaban); para colmo, y no conforme con la ya citada acusación que lanzó sobre el personal de urgencias, pasóa calificar también sus manifestaciones críticas como “ataques a la sanidad pública”, proyectando sobre la pantalla la foto número 3 que os remitimos, donde se puede leer: “¿CÓMO SE DEFIENDE LA SANIDAD PÚBLICA?, ¿MINTIENDO?, ¿ASUSTANDO?, ¿MANIPULANDO?...O CONTANDO LA VERDAD. ¿SOMOS CONSCIENTES DE LA SITUACIÓN EN QUE NOS ENCONTRAMOS?”.



Para terminar, y como “brillante colofón” a su acusatorio mitin, debió considerar nuestro Gerente que tachar de mentirosos al personal de urgencias no era suficientemente contundente y que, ya que estábamos en una “situación de guerra” (en la que todo suele valer), nada impedía ampliar la acusación a todos cuantos se atreven a criticar su gestión y la del SAS en esta pandemia, por lo que no tuvo el menor empacho en finalizar el acto proyectando la imagen que os adjuntamos como doc. 4 y donde puede leerse el siguiente texto: “EN LOS MOMENTOS DE CRISIS LOS INTELIGENTES BUSCAN SOLUCIONES Y LOS INUTILES CULPABLES”



Desde AO y CGT consideramos que con el acto de ayer jueves el gerente del hospital, Sebastián Quintero, ha sobrepasado sin duda todos los límites de la más elemental prudencia a la que un cargo como el suyo está inexcusablemente obligado, llegando al extremo, incluso, de caer en las comparaciones, amenazas y ataques más intolerables.

Con este nuevo episodio de acusaciones e insultos que ayer vivimos todos los sindicatos allí presentes, Sebastián Quintero incurrió, a nuestro juicio, en un desprecio inaceptable no sólo hacia el personal de urgencias, sino también hacía todos los trabajadores/as del hospital que libremente quieran manifestar sus opiniones sobre la situación del hospital o de las unidades en las que a diario desarrollan su labor en condiciones, muchas veces, inaceptables.

Con la identificación absurda de toda crítica con una mentira y la demencial creencia de que sólo él parece encontrarse en posesión de la verdad, nuestro Gerente volvió a poner de manifiesto ayer el profundo carácter autoritario que esconde y su incapacidad rotunda para el ejercicio democrático del cargo que ocupa.

Nadie que no sepa atender y comprender a los demás, y que no sea capaz, siquiera, de “bajar” a los problemas concretos para escuchar a quienes los sufren, merece ocupar un cargo de responsabilidad a cualquier nivel y Sebastián Quintero ha demostrado con creces no reunir ninguna de esas cualidades.

Desde Autonomía Obrera y CGT, por tanto, exigimos la inmediata dimisión de Sebastián Quintero del cargo de Gerente o su cese fulminante por la peligrosa deriva autoritaria que viene demostrando y que ha convertido el hospital en un espacio sin diálogo, sin negociación de ningún tipo y ahora también sin libertad para poder expresar libremente una crítica.


Cádiz, a veinticinco de septiembre de dos mil veinte.

3 de julio de 2020

SE VEÍA VENIR: CAOS EN EL SERVICIO DE COCINA DEL HOSPITAL PUERTA DEL MAR

Una de las obras anunciada y emprendida por la dirección del hospital para este verano es la modificación y renovación parcial del servicio de cocina, que va a conllevar el cierre total de sus instalaciones durante un periodo comprendido entre los 3 y 4 meses (“si todo discurre según lo previsto”). Mientras que dure la obra, la preparación de la gran mayoría de las comidas de los pacientes corre a cargo de un cátering externo contratado expresamente por el hospital, que diariamente nos trae las comidas en camiones para su reserva en cámaras de frío durante 24 horas; al día siguiente, nuestro personal de cocina regenera las comidas mediante calor, prepara las bandejas en una única cinta de emplatado (en lugar de las dos que siempre hemos tenido en el servicio) y, posteriormente, distribuye, recoge y limpia las bandejas de comida de los pacientes.

Opciones distintas de la descrita había muchísimas, como, por ejemplo, construir una cocina totalmente nueva en el actual área de vestuarios del sótano (situados enfrente de la actual cocina) y trasladar el área de vestuarios al interior del hospital, en los espacios del sótano que han quedado libres tras el traslado a Zona Franca del almacén general y del archivo del centro; era, sin duda, la opción más lógica y sensata. Pero la dirección del hospital rechazó tajante la idea y, por no aceptar, no aceptaron siquiera ninguna de las restantes propuestas alternativas que también se le hicieron para afrontar, incluso, su obra parcial de la cocina, como elaborar, mientras tanto, el grueso de las comidas en San Carlos o Puerto Real o, incluso, montar algún tipo de cocina provisional en otros espacios del centro. Su idea era su idea y todo lo demás, para ellos, carecía totalmente de la más mínima validez. 

Pues bien, cuando apenas llevamos poco más de una semana sirviendo las comidas elaboradas por el catering privado y preparando las bandejas en una sola cinta de emplatado, los problemas de ejecución y las quejas constantes de pacientes y familiares no dejan de crecer días tras días. 

Para empezar, la calidad de las comidas que se sirven a los pacientes ha decrecido de forma brutal (adjuntamos, como fotos 1 y 2, imágenes de uno de los almuerzos y cenas servidos estos días). 



Además, y en numerosísimas ocasiones, las comidas (que se mantienen elaboradas y en nevera desde el día anterior) no han sido adecuadamente regeneradas y han subido frías a las plantas. 


Numerosos productos, además, pierden textura y resultan incomestibles al día siguiente tras el proceso de enfriamiento y regeneración, como sucede, por ejemplo, 

con las guarniciones de patatas fritas o arroz (elaborados íntegramente desde el día anterior) o como ocurre con la tortilla de patatas, que se desmenuzaba directamente tras recalentarla en horno (“regeneración”) e intentar emplatarla. 

Para colmo, los productos que se sirven con las meriendas (preparadas por el hospital) se han modificado completamente, de forma que ya no se le facilita a los enfermos/as un café suave, un descafeinado o una leche caliente con galletas o una pequeña pieza de pan, sino productos fríos preelaborados (“tetrabriks” de zumo o batido) y una fruta, contenido todo en una bolsa de papel como si estuviéramos en un “burguer” (Foto 3). 



Finalmente, y por si todo lo anterior no fuera bastante, el uso exclusivo de una sola cinta de emplatado ha duplicado el tiempo que se precisa para preparar las bandejas; si antes de la obra un almuerzo, por ejemplo, se emplataba con dos cintas en una hora y cuarto, ahora con una se precisan dos horas y media, lo que ha obligado a adelantar la hora de comienzo del emplatado de cada comida y a retrasar su hora de finalización; como resultado inevitable de ese cambio, los primeros servicios de cada comida suben a planta una hora antes de lo habitual y los últimos una hora después, lo que provoca, a su vez, no solo indebidas alteraciones de los horarios de ingesta habituales de los pacientes, sino también importantes problemas asistenciales con la dispensación de tratamientos (por ejemplo la insulina) o la realización de pruebas diagnósticas a los pacientes ingresados. 

Como ya hemos comentado antes, el resultado de todo ello ha sido un deterioro gravísimo de la calidad del servicio de alimentación que se presta, tanto en materia de producto servido, como de condiciones generales de su reparto y presentación. Deterioro que ha dado lugar, a su vez, a un notable grado de malestar entre los usuarios/as (que han presentado ya numerosas reclamaciones a este respecto), así como a un incremento brutal de los deshechos de comidas, ya que decenas y decenas de bandejas retornan sin consumir por los pacientes y se tiran íntegramente a la basura. 

Desde las Secciones Sindicales de Autonomía Obrera y CGT responsabilizamos de todos estos graves problemas que está generando la obra de cocina al equipo directivo del hospital y, de forma muy especial, a la dirección de servicios generales y a todo el equipo de irresponsables que tiene a su servicio, cuya extrema incompetencia no cesa de ofrecernos ejemplos día tras día (averías constantes en lavandería, privatización de mantenimiento, caos en la gestión de taquillas, etc.) y está llevando a toda la división en su conjunto a un deterioro y una privatización creciente. 

Cádiz, a dos de julio de dos mil veinte. 

Enlace a La Voz Digital



NO ES MOMENTO PARA OBRAS

Salvo que resulten estrictamente imprescindibles, los abajo firmantes nunca hemos sido partidarios de la realización de obras de envergadura en nuestro hospital, tanto por los gravísimos problemas de infecciones y falta de limpieza que pueden generar, como por la convicción que siempre hemos tenido de que los grandes problemas de nuestro centro no son, en absoluto, arquitectónicos, sino más bien funcionales: grave déficit de plantilla, falta de actividad por las tardes e insuficiencia de medios, esencialmente. Por desgracia, esa no ha sido nunca la postura de los sucesivos Gerentes/as de nuestro hospital, que siempre han hecho de la realización constante de obras un elemento trascendental de su estrategia de gestión, hasta el extremo, muchas veces, de acometer actuaciones sobre obras previas ya realizadas por anteriores cargos directivos (las unidades de urgencias y UCI son un claro ejemplo de esa absurda reiteración de cambios arquitectónicos al albur del capricho de cada gerencia).

Pues bien, si esa posición respecto a la política de obras la hemos defendido siempre y para cualquier periodo de nuestra existencia como centro, con más razón aún entendemos que tiene plena validez en momentos en que nos enfrentamos a graves crisis sanitarias, como la que actualmente sufrimos con la pandemia por covid 19, cuyos episodios más agudos ya se han superado, pero de la que aún no hemos salido en absoluto (aunque la irresponsabilidad social de muchos así lo pueda hacer creer).

Pero tampoco ahora la actual gerencia del hospital (designada por el PP) parece coincidir en lo más mínimo con esa postura, ya que, según ha anunciado en las diversas sesiones informativas llevadas a cabo en las última semanas, este verano de 2020 (el verano de la covid 19 y de los riesgos permanente de rebrotes) va a ser, sin duda, el periodo estival en que un mayor número de grandes obras van a acometerse en nuestro centro, algo absolutamente paradójico y, sin lugar a dudas, profundamente preocupante.

Así, entre las obras que ya se han anunciado que se realizarán figuran las que siguen:

1. Remodelación completa del servicio de cocina (que va a conllevar su cierre durante casi 4 meses y que el gran grueso de nuestras comidas de pacientes vayan a ser preparadas en el exterior del hospital por un catering privado).

2. Remodelación completa del laboratorio de bioquímica de la primera planta, cuya ejecución está asignada a la empresa Abbott, que aportará también todos los aparatos y suministros del nuevo laboratorio durante varios años.

3. Remodelación completa del módulo exterior que albergaba el punto de extracción de sangre, la unidad de trabajo social y diversas dependencias de gestión de citas y listas de espera, donde se va a construir un nuevo hospital de día médico que aglutine todos los existentes en el interior del centro.

4. Remodelación completa del vestíbulo de acceso principal del centro, donde se van a hacer obras para ampliar el punto de información e instalar también las dependencias del servicio de seguridad (actualmente en planta sótano).

5. Y adecuación de los laboratorios de Hematología y Genética de la primera planta.         

Ninguna de las obras citadas tiene nada que ver con preparación alguna de nuestro centro para cualquier posible repunte futuro de la pandemia por covid 19 y, de hecho, todas ellas ya estaban aprobadas y programadas desde hace varios años, si bien su ejecución se ha mantenido paralizada por las más diversas e irresponsables razones, viniéndose a reactivar, sin duda, en el periodo más inadecuado de nuestra historia sanitaria reciente.

A todas estas obras, además, habrá que sumar las ya anunciadas en las distintas unidades de hospitalización que se van a cerrar este verano entre los hospitales Puerta del Mar y San Carlos (4 en el primero y una en el segundo) para la realización, como ellos dicen, de obras de remozamiento de los controles, baños, etc.  

Como se ve, toda una relación de obras de gran y mediana envergadura que van a convertir nuestro centro hospitalario (y muy especialmente las plantas sótano, baja y primera) en una especie de gran promoción urbanística que concentrará no sólo todos los problemas propios que cualquier obra conlleva en un hospital (polvo, suciedad, molestias, etc.), sino también todos los que provoque el abandono (en pro de las mismas) de otros objetivos asistenciales más trascendentes, a nuestro juicio, en estos momentos.

Desde las Secciones Sindicales de AO y CGT entendíamos que este verano de 2020 debía ser para nuestro hospital el momento de avanzar casi de forma exclusiva en dos grandes líneas de actividad:

·         Por un lado, la puesta al día inmediata y urgente de todas las listas de espera que se han indo incrementado de forma brutal durante los tres últimos meses de la fase aguda de la pandemia por Covid 19 (lo que habría exigido el mantenimiento al 100% de toda nuestra actividad en estos meses).

·         Y, por otro, la completa preparación de nuestro centro (en adecuación de instalaciones, acumulación de materiales y desarrollo del conocimiento y formas de trabajo) para cualquier posible nueva ola de pandemia por covid 19 que pueda acontecer a partir de octubre.

Pero, por desgracia, nada de lo anterior parece que vaya a suceder. Si ya el anuncio hace dos semanas de los cierres de controles previstos y la menor tasa de cobertura del personal que se marcha de vacaciones dejaban claro que lo asistencial no iba a ser la gran prioridad de nuestros gestores este verano, ahora el anunciado dato de las obras previstas viene a demostrarnos a que se van a dedicar prioritariamente los escasos recursos económicos de que disponemos y cuáles van a ser las principales preocupaciones de nuestros directivos entre julio y octubre: obras, obras y más obras.

Frente a dicha estrategia, las Secciones Sindicales de AO y CGT reiteramos que ninguna de las obras descritas (que han estado paralizadas, de hecho, durante años) reúne la urgencia necesaria para tener que acometerla inexcusablemente este verano y consideramos, así mismo, que toda la atención y recursos de que pueda disponer actualmente nuestro hospital (tanto humanos como económicos) deben centrarse de forma prioritaria en los dos objetivos antes citados: poner al día todas nuestras listas de espera y preparar el hospital para los grandes retos asistenciales que nos esperan después del periodo estival.

Por todo lo expuesto, demandamos del equipo directivo del hospital y de los responsables sanitarios de la provincia un cambio urgente de la estrategia gestora que vienen desplegando, de forma que pongamos con urgencia todo el foco de nuestra actividad en la mejora efectiva de la atención a nuestros pacientes (tanto asistencial como preventivamente) y se dejen a un lado actividades y proyectos que, sin duda, pueden seguir esperando tiempos mejores para su ejecución.

 

Cádiz, a veinticuatro de junio de dos mil veinte.


13 de junio de 2020

EL HOSPITAL PUERTA DEL MAR SIGUE PRIVATIZANDO LOS SERVICIOS DE MANTENIMIENTO: AHORA LO HA HECHO CON LA JARDINERÍA

Mediante el presente escrito, las Secciones Sindicales de Autonomía Obrera y CGT del Hospital “Puerta del Mar” queremos denunciar públicamente la reciente privatización de los Servicios de Jardinería de nuestro centro, que han pasado a ser realizados por un grupo empresarial externo que acude al hospital de forma esporádica y a requerimiento del centro.

La privatización de las actividades de jardinería se enmarca dentro del amplio proceso de privatización de numerosas actividades de mantenimiento del Hospital que, ya en su día, programó la anterior administración del PSOE y que los nuevos responsables sanitarios designados por el PP culminaron a finales de 2019, con la firma de la resolución definitiva del concurso de adjudicación del servicio.

Como consecuencia de dicha iniciativa privatizadora, desde finales del año pasado se encuentra privatizado el mantenimiento de:

·         Todos los centros externos dependientes del hospital “Puerta del Mar”, como, por ejemplo, el Centro Periférico de Especialidades de Vargas Ponce, el Centro de Salud Mental Comunitaria, etc.

·         Y diversas actividades de nuestro propio hospital que hasta la fecha venían siendo realizadas por personal estatutario del SAS, como, por ejemplo, las ya citadas actividades de jardinería, ciertas actividades de fontanería y tratamiento del agua, mantenimiento de las instalaciones de aire comprimido y gases medicinales, etc.

Además de ello, los propios términos recogidos en los pliegos que regularon el concurso contemplaban con absoluta claridad la posibilidad de ceder también a la empresa privada cualquier tipo de actividad de mantenimiento “cuando no resulte posible cubrirlas con los medios propios del hospital”; preocupante coletilla, como se ve, que podría ser perfectamente utilizada por la Gerencia del centro para recurrir a personal privado cuando, simplemente, nuestro personal propio del SAS vaya menguando por causas naturales o reglamentarias (jubilaciones, vacaciones, etc.).

Así, en el caso concreto de la jardinería de nuestro centro, la privatización se efectúa tras quedar vacante la plaza de jardinero de que dispone el hospital y a pesar de que personal de otros centros de la provincia (en concreto un jardinero titular del hospital de Jerez, pero residente en Cádiz) ha solicitado en numerosas ocasiones ser trasladado al hospital “Puerta del Mar”. 



Por todo lo expuesto, desde las Secciones Sindicales de Autonomía Obrera y CGT del Hospital “Puerta del Mar” de Cádiz manifestamos nuestro más absoluto rechazo de este manifiesto proceso de privatización progresiva de todo tipo de actividades (sanitarias y no sanitarias) que por diferentes vías viene promoviendo en la sanidad pública la nueva administración conservadora de la Junta de Andalucía.

Lo hemos visto recientemente con el incremento de las derivaciones de pacientes de la sanidad pública a los centros de especialidades de la empresa Pascual.

Seguimos viéndolo todos los días con el abandono de la lavandería pública del SAS en Zona Franca y la derivación creciente de ropa a las lavanderías privadas (incluso de Sevilla).

Y lo acabamos de constatar otra vez en nuestro hospital con la contratación de una empresa privada para las tareas de jardinería.

Toda una amplia estrategia privatizadora que, estamos convencidos, presentará nuevo y más graves episodios en los próximos meses y que choca abiertamente con la urgente necesidad de reforzar el sistema sanitario público que toda la sociedad reclama en estos días.  

Cádiz, a nueve de junio de dos mil veinte.

3 de junio de 2020

CRECEN LAS AVERÍAS EN LA LAVANDERÍA DEL HOSPITAL SIN QUE LA DIRECCIÓN HAGA NADA POR EVITARLO

Desde las Secciones Sindicales de Autonomía Obrera y CGT del Hospital Puerta del Mar queremos volver a denunciar (como tantas veces hemos hecho ya en el último año) la IRREFRENABLE SITUACIÓN DE DETERIORO que sufre la Lavandería pública de nuestro hospital, ubicada en el polígono exterior de Zona Franca, y cuya máxima y más reciente expresión (por ahora) hemos vuelto a vivirla este pasado fin de semana, cuando se averiaron de forma casi simultánea: el túnel de lavado (que se estropeó el viernes tarde), la secadora y la cinta de empaquetado (que se averiaron el sábado). Las tres averías dieron como resultado la paralización casi absoluta de la lavandería y la consecuente derivación de la gran mayoría de la producción a las lavanderías privadas que la empresa ILUNION (del grupo ONCE) tiene instaladas en Cádiz y Sevilla. Hasta la mañana de ayer lunes (y tras un duro trabajo de los compañeros de mantenimiento durante todo el fin de semana) no ha sido posible comenzar a retomar, en alguna medida, parte del trabajo habitual de nuestra lavandería. Si se repasan los archivos y hemerotecas, se observará sin dificultad que tanto los abajo firmantes como otras organizaciones sindicales de nuestro hospital hemos denunciado ya en multitud de ocasiones la desmesurada antigüedad de las máquinas e instalaciones de nuestra lavandería, así como las constantes averías que sufren no ya de forma ocasional (como siempre ha dicho la dirección), sino completamente a diario (véase, al respecto y por ejemplo, nuestra nota del pasado mes de julio de 2019 o la más reciente de febrero de este año 2020). 




Además, y como también se ha denunciado ya en multitud de ocasiones, el nivel de rendimiento que la dirección y el SAS le exige a nuestra anquilosada lavandería no ha dejado de crecer en los últimos años, de tal modo que unas instalaciones (inicialmente construida para lavar tan sólo la ropa del hospital Puerta del Mar) vienen lavando y preparando también, desde hace años, toda la ropa del hospital de Puerto Real, del Hospital de San Carlos y de todos los centros de la Salud del distrito Bahía de Cádiz, así como una gran parte del Hospital de Jerez. Como consecuencia de ello puede afirmarse que, DESDE SU INAUGURACIÓN EN 2005 HASTA LA ACTUALIDAD, NUESTRA LAVANDERÍA PRÁCTICAMENTE HA TRIPLICADOSU PRODUCCIÓN DIARIA. La conjunción de lo anquilosado de las instalaciones, por un lado, y las crecientes exigencias de producción, por otro, han terminado por generar en el servicio una situación de caos que crece por días, ya que la relación total de averías no ha cesado de crecer en el último año como consecuencia de la falta total de inversiones y de renovación de las maquinarias. Así, por ejemplo, con las averías de este pasado fin de semana son ya CERCA DE OCHENTA el total de averías acumuladas en nuestra lavandería TAN SÓLO DURANTE EL MES DE MAYO, lo que supone una media de dos o tres averías por jornada, muchas de ellas de notable envergadura.



Desde la Secciones Sindicales de CGT y Autonomía Obrera responsabilizamos directamente de esta situación a la incapacidad de los gestores de la división de Servicios Generales de nuestro hospital, más interesados en realizar obras y obras por todos sitios que en promover las verdaderas inversiones urgentes que nuestro centro precisa. Así mismo, manifestamos nuestro pleno convencimiento de que tras esta evidente y vergonzosa situación de abandono que sufre la Lavandería del hospital no se esconde otra pretensión que la dejar que se vaya hundiendo poco a poco hasta terminar, al final, derivando toda su producción al sector privado de forma permanente y completa. De hecho, y con independencia de los desvíos masivos que se realizan con cada avería, ya desde hace tiempo una cierta parte de nuestra producción se viene trasladando tres días por semana a las instalaciones ILUNION en Sevilla. Ante tal dejación de responsabilidades y falta constante de transparencia respecto al futuro de nuestra Lavandería, desde Autonomía Obrera y CGT del Hospital Puerta del Mar, exigimos el cese inmediato de la dirección de Servicios Generales de nuestro centro, cuya manifiesta incapacidad gestora está llevando al caos más absoluto a todos los servicios y unidades que de ella dependen. Así mismo, exigimos a la Gerencia del hospital y a los responsables del PP de la Delegación de Salud que, de una vez por todas, dejen de propiciar descaradamente la privatización encubierta de nuestra lavandería y se pongan a TRABAJAR DE VERDAD Y DE FORMA SERÍA POR LA CONSTRUCCIÓN DE UNA NUEVA LAVANDERÍA PÚBLICA, CON MAQUINARIA COMPLETAMENTE NUEVA Y CON MÁS ESPACIO Y PERSONAL PARA ATENDER A TODOS LOS CENTROS SANITARIOS PÚBLICOS QUE SE PRECISEN.

 Cádiz, 2 de junio de 2020. 


Noticia en Diario de Cádiz

12 de abril de 2020

SIGUEN CRECIENDO LOS CASOS DE AISLAMIENTOS Y POSITIVOS ENTRE EL PERSONAL SANITARIO Y NO SANITARIO DEL HOSPITAL “PUERTA DEL MAR”

1. DATOS ACUMULADOS DE AFECTADOS/AS A 8 DE ABRIL:

Durante el fin de semana del 4 y 5 de abril, más de 30 trabajadoras/es de nuestro hospital pasaron a engrosar las filas de aislamientos por contacto o casos confirmados de COVID-19, lo que elevó la cifra acumulada de personal afectado por la pandemia (bien como caso positivo confirmado o en cuarentena domiciliaria por contacto estrecho) a un total de 483 casos desde el comienzo de los registros por el hospital, que se distribuyen, a fecha del 8 de abril, del siguiente modo:

1. CASOS POSITIVOS:
 Existentes a 8 de abril: 36.
 Altas acumuladas (desde comienzo toma datos hasta 8/abril): 3.
 Total Acumulados (desde comienzo toma datos hasta 8/abril): 39

2. AISLAMIENTO DOMICILIARIO POR CONTACTO ESTRECHO:
 Existentes a 8 de abril: 132.
 Altas acumuladas (desde comienzo toma datos hasta 8/abril): 312.
 Total Acumulados (desde comienzo toma datos hasta 8/abril): 444.

3. AFECTADOS (POSITIVOS + CONTACTOS ESTRECHOS):
 Existentes a 8 de abril: 168.
 Altas acumuladas (desde comienzo toma datos hasta 8/abril): 315.
Total Acumulados (desde comienzo toma datos hasta 8/abril): 483.

El dato absoluto final (483 trabajadores/as afectados/as hasta el 8 de abril) resulta, sin duda, notablemente elevado y supone un 14,1% de la plantilla total de los hospitales de Puerta del Mar y San Carlos (3.425 trabajadoras/es, según web del hospital), ¡casi una sexta parte del personal de ambos centros!

2. EVOLUCIÓN DE AFECTADOS/AS DESDE 27 DE MARZO:

Pero, si preocupante es esa cifra absoluta y acumulada de los trabajadores/as afectados/as desde que el hospital comenzó a tomar registros (fecha que desconocemos), aún más preocupante resulta el ritmo de su evolución desde la fecha en que se nos empezaron a facilitar algunos datos a los sindicatos (27 marzo) hasta el pasado 8 de abril, que ha sido la que sigue:

 Total afectados/as hasta 27 de marzo: 249 trabajadores/as.
 Total afectados/as hasta 8 de abril: 483 trabajadores/as.
 Diferencia: + 234 trabajadores/as.

Es decir, que, en el plazo de 12 días, la cifra de nuevos afectados (234) es casi tan grande como la contabilizada desde el inicio de los registros hasta el 27 de marzo (249). Una media de 19,5 nuevos afectados por día.
Esa cifra media, sin embargo, no ha sido constante, ya que la evolución general a lo largo de esos 12 últimos días de los que tenemos datos no ha sido, en absoluto, homogénea. Así, si desagregamos esa cifra total de nuevos casos por cada uno de los dos últimos periodos de 6 días comunicados (eludimos valorar el periodo hasta el 27 de marzo porque no sabemos cuándo se empezaron a contabilizar los datos), los resultados son los que siguen:




Como se aprecia en la primera fila (y sin valorar el dato de 219 NC registrados hasta el 27 de marzo al desconocer a que periodo corresponde), se constata un aumento muy notable del dato de nuevos casos durante el periodo del 2 al 8 de abril (140) sobre el periodo anterior (94), con un crecimiento del 148,9%, y una relación media de NC/día que pasa de 15,66, durante el periodo del 27/3 al 2/4, a nada menos que 23,33 durante el periodo del 2 al 8 de abril. Este fuerte incremento de los nuevos casos durante el último periodo de 6 días del que tenemos datos resulta notablemente preocupante porque viene a acreditar que sigue sin controlarse en lo más mínimo el aumento de los casos por contacto estrecho, que constituyen el grueso del conjunto de afectados/as (de hecho, de los 483 afectados acumulados desde comienzos de los registros, sólo 39 corresponden a positivos, de los que ya han sido alta).
En cuanto a las altas de afectados/as, se aprecia claramente que, hasta el 27 de abril (y como consecuencia esencialmente del descontrol de las primeras semanas y la falta de reactivos para PCR), la cifra de altas fue muy reducida, casi ínfima; mientras que a partir de esa fecha, y como resultado, seguramente, de la llegada de reactivos, crecen de forma notable las altas durante el periodo del 27/3 al 2/4 (151 en tan sólo 6 días) para luego descender y adquirir valores más normalizados durante el periodo del 2 al 8 de abril (134 en 6 días).

3. SOBRE LAS CAUSAS DEL ALTO NIVEL DE AFECTADOS/AS:

En cuanto al motivo concreto de ese importante crecimiento de los afectados, resulta muy complejo avanzar causas con precisión, ya que la dirección del centro no facilita datos al respecto, a pesar de habérselos solicitado y resultar trascendentes para poder realizar propuestas adecuadas de estrategia preventiva desde la representación sindical.
No obstante, a pesar de esa interesada opacidad de la dirección, los abajo firmantes estamos convencidos de que el alto volumen de afectados (positivos y casos contacto) que sufrimos en nuestro centro no ha respondido, en realidad, a la vía de transmisión inicialmente más presumible y temida, el contagio directo de un paciente probable o confirmado hacia un trabajador/a sin uso de EPI, sino a contactos internos (mayoritariamente con compañeros pero también con pacientes) derivados de errores en materia de gestión, concretamente: errores en materia de protección para prevenir el contagio entre trabajadores/as o errores en el manejo clínico de pacientes con falsos negativos y clínica respiratoria aguda.

A) LA FALTA DE MEDIDAS DE PROTECCIÓN ENTRE COMPAÑERAS/OS:

A nuestro juicio, la primera causa, sin duda, del alto nivel de afectados/as entre el personal del hospital (ya sean contagios confirmados o cuarentenas por contacto) la ha constituido aquella situación en que el foco del contagio venia dado por otro trabajador/a de nuestra propia plantilla, contagiado/a previamente a nivel comunitario y que, a través de la actividad laboral diaria, transmitía el virus al resto de su equipo de trabajo. Esta primera causa de contagios, a su vez, se ha visto, a nuestro juicio, muy favorecida, por la nefasta estrategia preventiva dentro del centro que desde un primer momento pusieron en pie todas las autoridades sanitarias y entre ellas, claro, la dirección de nuestro hospital, que defendió a capa y espada que no era necesario el uso de mascarillas (salvo que se atendiera a pacientes con clínica respiratoria) y nunca puso demasiado interés en concienciar y promover medidas de protección, distanciamiento y desinfección en la propias unidades. ¡Es más, incluso hubo un periodo en que muchos cargos intermedios amenazaban con sancionar a trabajadoras/es si empleaban las mascarillas quirúrgicas en los controles, pasillos, ascensores, etc.! De ahí los numerosos correos que hemos enviado a dirección desde mediados de marzo (que ponemos a disposición de quienes quieran leerlos), la nota pública que enviamos a todos los medios y redes sociales el día 21 de marzo, y las conclusiones que enviamos a dirección el día 1 de abril sobre una reunión previa celebrada con ellos el 27 de marzo. 

B) LOS FALSOS NEGATIVOS CON CLINICA RESPIRATORIA:

En cuanto a la segunda causa, se encuentra localizada, a nuestro juicio, en los casos de falsos negativos de pacientes a los que, a pesar de presentar una clínica respiratoria aguda, no se les llegó a realizar inicialmente una segunda prueba, permaneciendo ingresados bajo otro juicio clínico durante semanas hasta realización de una segunda prueba y resultado positivo. 
Esta situación se produjo, por ejemplo, en el caso de un paciente que sobre mediados de marzo fue trasladado desde Medicina Interna a Trauma A con resultado inicial de test negativo pero clínica respiratoria grave (e, incluso, en tratamiento con aerosoles, según información aparecida en prensa), pero al que no se le realizó nuevo estudio hasta el 23 de marzo, que resultó positivo. Como consecuencia de ello, todo el personal de trauma A y gran parte de Medicina Interna pasaron a situación de aislamiento por contacto estrecho. 
Y lo mismo ha vuelto a suceder (no se aprendió nada de aquel episodio) a finales de la pasada semana en la unidad de Cirugía General; de hecho, un porcentaje importante del fuerte aumento de personal aislado durante el periodo comprendido entre el 2 y el 8 de abril corresponden al personal de esta unidad, que estuvo atendiendo durante cerca de un mes a un paciente quirúrgico que presentaba también clínica respiratoria aguda y que resultó negativo en una primera prueba para SARS-CoV-2 hecha a mediados de marzo. La persistencia de la clínica respiratoria habría aconsejado, a nuestro juicio (ya que siempre puede haber errores en la toma de muestra o por otros factores), la repetición de la prueba y la aplicación, mientras tanto, de todas las medidas preventivas propias de un caso probable de COVID-19 (entre otras su traslado a la unidad de casos probables). Pero, ni se efectuó traslado alguno, ni se aplicaron las medidas de protección propias de un caso dudoso o probable de COVID-19. Además, y según hemos podido averiguar los abajo firmantes (ya que la dirección no ha respondido a las preguntas que le hemos realizado), a finales de marzo, al parecer, se levantó el aislamiento respiratorio al paciente y se llegó a programar incluso su traslado a otro hospital. Fue este hecho, y la exigencia del nuevo centro de destino de una segunda prueba, lo que obligó a nuestro hospital a realizarle un segundo test, que, en esta ocasión, sí dio positivo para SARS-CoV-2. ¿Resultado de todo ello?: la declaración en cuarentena durante, al menos, 14 días de toda la plantilla de Cirugía General y su citación para la realización de pruebas, de las que varias, con toda probabilidad, resultarán positivas. 

4. CONCLUSIÓN:

De lo expuesto, cabe alcanzar dos conclusiones básicas: la primera es que el nivel de nuevos afectados/as (casos positivos + casos contacto) no cesa de crecer de forma constante, lo que constituye un gravísimo problema tanto para la salud de todo el personal que se ve afectado, como también para la propia funcionalidad y capacidad de respuesta del hospital, que, por esta causa, pierde profesionales en un momento de especial complejidad asistencial, y los pierde, además, entre su personal más experto y con mayor antigüedad.
Y la segunda conclusión, como ya hemos apuntado antes, es que ese gravísimo problema para la salud del personal y la capacidad operativa del centro responde claramente a los enormes errores cometidos por la dirección del hospital en la gestión de esta crisis. A nuestro juicio, la actual dirección no sólo no ha aplicado una firme y masiva estrategia de prevención de contagios entre compañeros/as (imponiendo el uso obligatorio de mascarillas y formando y exigiendo el cumplimiento de medidas básicas de desinfección, distanciamiento, reducción de grupos, etc.), sino que ha promovido expresamente todo lo contrario, como lo acredita el vergonzoso cartel que aún cuelga por el hospital indicando el NO uso de mascarillas en multitud de espacios y entre numeroso personal. Y tampoco ha cumplido su tarea en materia de indicación de pruebas y seguimiento de casos, como se acredita, a nuestro juicio, con la reiteración de falsos negativos de pacientes con clínica respiratoria grave a los que no se efectúa una segunda prueba de confirmación de resultado. En consecuencia (y dejando para más adelante la exigencia de dimisión inmediata de todos ellos), consideramos urgente (sobre todo a la vista de los datos de evolución de nuevos casos) que se adopten amplias medidas correctoras en esas dos direcciones ya citadas. Es preciso generalizar y profundizar las medidas de prevención colectiva que mil veces hemos reclamado ya, y que figuran en todos nuestros correos a dirección (uso obligatorio de mascarilla, distancias de seguridad, medidas de desinfección constante, etc.); y resulta urgente también corregir el protocolo de pruebas para reducir al mínimo los riesgos de falsos negativas entre pacientes (y también entre trabajadores). 
Si se mantiene la dotación de medios de protección adecuados en las plantas 8ª y 9ª, UCI y Urgencias (algo por cierto que, a fecha de elaboración de este informe, vuelve a presentar serios déficits), se conseguirá reducir al mínimo los casos por contagio directo en esos ámbitos de mayor riesgo natural, pero lo anterior no servirá de nada, si no se complementa con las medidas que acabamos de plantear en esos dos campos (protección colectiva y criterios en falsos negativos) para todo el resto del hospital.

                                        Cádiz, a diez de abril de dos mil veinte.

LA DIRECCIÓN DEL HOSPITAL PUERTA DEL MAR OBLIGA AL PERSONAL DE LIMPIEZA A LIMPIAR LAS BANDEJAS DE COVID 19 EN LOS BAÑOS DE LAS HABITACIONES

Confirmado, para la dirección del hospital Puerta del Mar y su empresa adjudicataria del servicio de limpieza (SACYR) el cumplimiento estricto de las normas y protocolos de gestión de residuos peligrosos es una cuestión que parece haber pasado definitivamente a mejor vida.

Así, tras la decisión adoptada el pasado viernes de traspasar los residuos de COVID-19 a cajas de cartón y tratar a mano los contenedores para reutilizarlos rápidamente en planta, ahora le ha tocado el turno de la imposición de nuevas y peligrosas prácticas a la plantilla de limpiadoras de las plantas 8a y 9a, donde se encuentran ingresados los pacientes de COVID-19.


                 

Hasta el momento, todos los residuos procedentes de pacientes sospechosos o confirmados de COVID-19, ya fuese material sanitario, EPIs, restos de comidas u otro material desechable (vasos, cubiertos, bandejas, etc.), se eliminaban en los contenedores verdes con bolsas rojas colocados en todas las habitaciones. Se seguía, así, el procedimiento habitual establecido en la amplia normativa que existe al respecto a nivel comunitario, estatal y autonómico, e, incluso, en el Propio Plan de Gestión de Residuos del SAS, donde se recoge con toda claridad que los pertenecientes al grupo IIIA (infecciosos) se deberán recoger “en bolsas de color ROJO que cumpla la norma UNE 53-147-85, con galga mínima 400, preferentemente de material reciclado y en contenedores reutilizables o de un solo uso (en ese caso no será necesaria el uso de la bolsa), de color VERDE, elaborados con material que garantice su total eliminación, rígidos, impermeables, resistentes a agentes químicos y a materiales perforantes y que dispongan de un cierre provisional que garantice su estanqueidad hasta su llenado y de un cierre hermético definitivo”.

Pues bien, desde el pasado martes, día 7, la dirección del hospital y SACYR (la empresa de limpieza) han decidido unilateralmente que las bandejas desechables de los pacientes de COVID-19 ya no se eliminen como siempre se ha hecho, ni como se eliminan el resto de residuos en contacto con covid-19, es decir, en los contenedores verdes, sino que, a partir de ese día el procedimiento será el siguiente:

A) Tras cada comida, sólo se eliminarán en los contendores verdes los cubiertos, platos, etc., pero no las bandejas desechables, que se dejarán en la habitación. 
B) A continuación, la limpiadora lavará la bandeja desechable en el baño de la habitación, le pasará una bayeta con lejía y la aclarará con agua.
C) Finalmente, la limpiadora deberá meter la bandeja en una bolsa marrón que depositará después en los contenedores de residuos asimilables a urbanos para su traslado y eliminación
como “basura normal” (se adjuntan fotos). Aunque, como en el caso de lo que están haciendo en el almacén de residuos del sótano, nadie ha informado a este sindicato, ni a ningún otro, de las razones por las que de nuevo se vuelve a incumplir la normativa sobre gestión de residuos de forma tan fragrante y peligrosa, es de suponer que la excusa de la nueva medida será también esa presunta falta de contendores que nadie argumenta públicamente, ni nadie por supuesto acredita.
Sin embargo, la Orden SND/271/2020, de 19 de marzo, del Ministerio de Sanidad, por la que se establecen instrucciones sobre gestión de residuos en la crisis sanitaria por el COVID-19, ordena en lo relativo a residuos hospitalarios que “los residuos en contacto con COVID-19 como guantes, mascarillas, batas, etc., se considerarán como residuos infecciosos y se gestionarán como tales...”, añadiendo a continuación que “se deberá maximizar el llenado de los contenedores disponibles en estos centros... evitando entregarlos a los gestores autorizados sin optimizar su capacidad, de forma que se logre así una gestión lo más eficiente posible”.


Pero, como se ve, ni el hospital, ni SACYR parecen haber entendido en lo más mínimo que todos los residuos en contacto con COVID-19 deben eliminarse como infecciosos, y menos aún el significado de “maximizar” (“hacer o intentar que algo alcance su máximo rendimiento”). Ellos, en lugar de eliminarlo todo como infeccioso y maximizar el uso de los contendores (es decir, intentar que cada contenedor alcance el máximo de su capacidad de residuos y no se cierren sin completar), han decidido, por su cuenta y riesgo, que las bandejas desechables contaminadas no sólo no se van a eliminar como residuos infecciosos (y no las van a meter, por tanto, en los contenedores verdes), sino que, además, van a gestionarlas de forma chusquera convirtiendo las duchas de las habitaciones en pequeñas plantas de tratamiento de residuos infecciosos, donde, utilizando a las limpiadoras, transforman un residuo altamente infeccioso en otro asimilable a urbano. Lo que, según la ley, sólo se puede realizar por empresas reconocidas y en plantas autorizadas (valorar, tratar y eliminar los residuos peligrosos) nuestro hospital, al más puro estilo chabacano de su Gerente, lo pasa a hacer en los cuartos de baño de las habitaciones de pacientes de COVID-19, ¡y aquí no ha pasado nada!
Hace pocos días, nuestros compañeros de CGT del hospital Virgen de las Nieves de Granada denunciaban como la dirección (también para ahorrar) obligaba a las limpiadoras a dejar los contenedores en las habitaciones, sacar las bolsas rojas con residuos infecciosos y cargar con ellas por el hospital hasta la zona de almacenamiento. Resulta obvio que, mientras en otro tipo de materiales escasos (mascarillas, EPIs, etc.) la Junta de Andalucía declara continuamente estar haciendo esfuerzos por incrementarlos, en lo referente a los contenedores de residuos infecciosos (cuya carencia, además, nadie ha demostrado) la estrategia de la Junta no pasa por adquirir todos los necesarios, sino por utilizar al personal de limpieza para que le saque las castañas del fuego, ya sea quitando las bolsas y dejando los contendores (como en Granada) o lavando bandejas en los baño y metiendo bolsas en cajas de cartón (como en Cádiz).

Desde Autonomía Obrera y CGT del Hospital Puerta del Mar, exigimos que se ponga fin de inmediato a todas estas medidas que no solo incumplen frontalmente la normativa de gestión
de residuos, sino que, además, suponen un gravísimo ataque al derecho a la salud de todas las trabajadoras/es de limpieza de nuestros hospitales. Así mismo, y por lo que respecta a nuestro centro, volvemos a exigir el cese fulminante del Director Gerente del Hospital y de su Director Económico por la enorme incompetencia que desde el principio de esta crisis vienen demostrando. 
                       
                                          Cádiz, a diez de abril de dos mil veinte


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