Aunque
la empresa UTE LISAN no dude en mentir públicamente cuando dice que la limpieza
del hospital es correcta y que todos son puras invenciones sindicales, lo
cierto es que los problemas en el centro no cesan de repetirse día tras día, siendo
la propia realidad la que constantemente se encarga de desmentir aquellas
afirmaciones.
La
situación más crítica a primeras horas de la mañana de hoy, miércoles 19 de
agosto, se ha producido en la 9ª planta del Hospital, justo en el pasillo donde
se están acometiendo las obras de la unidad de fibrobroncoscopia y en sus áreas
anexas, donde permanecen abiertos varios despachos médicos y consultas de
pruebas respiratorias.
Pasillo de la novena planta donde se encuentran las obras que están generando los problemas de suciedad, que no se aprecian en la foto |
Como
consecuencia de los recortes en materia de personal emprendidos por la nueva
UTE adjudicataria del servicio (no se ha contratado a ninguna limpiadora para
sustituir vacaciones y la plantilla se encuentra por debajo del 50% de la
habitual), la zona no se limpiaba desde hacía casi dos semanas.
Este hecho, unido a las fugas de polvo y suciedad que se producen desde la zona
de obras y el tránsito constante de personal y pacientes, estaba provocando una
seria crisis de higiene hospitalaria en un área de pacientes con patologías
respiratorias y situada justo al lado de la unidad de hospitalización de
hematología, donde predominan pacientes con patologías medulares y fuertemente
inmunodeprimidos.
Detalle de la entrada a la zona de obras |
Lo
insostenible de la situación que se vivía en el área (y que ya había sido
denunciada con anterioridad por los abajo firmantes) ha dado lugar esta mañana
a las más que fundamentadas protestas de los cargos intermedios de Neumología
(Supervisora y Jefe de Servicio), lo que, a su vez, provocó que rápidamente se
personarán en el área la Gerencia del hospital y el Subdirector Económico
Administrativo para comprobar las quejas. Al mismo tiempo, acudió también a la zona
la responsable de la empresa de limpieza (que, por fin, ha aparecido por el hospital),
quién, tras recibir las protestas de la enfermería y el personal médico,
intentó negar con expresiones ilógicas una suciedad que saltaba a la vista y
que había provocado la queja unánime de todo el personal de la unidad. Al
final, y tras las exigencias planteadas por la propia dirección del hospital
(que al fin parecía reaccionar), se procedió a limpiar el pasillo de la 9ª
planta, aunque, por desgracia y como ya viene siendo habitual estos días,
quitando a trabajadoras de otras unidades para desarrollar la tarea.
Pero
no ha sido éste, por desgracia, el único incidente que ha vuelto a demostrar
hoy la inutilidad de los responsables de la empresa de limpieza y la incapacidad
palmaria de la dirección del hospital, ya que por tercera vez en menos de
una semana ha vuelto a reproducirse el atasco de tuberías de la planta baja que
tuvo su primer episodio el martes 11 de agosto, así como la
inundación consecuente del vestuario femenino de la planta sótano, de las
propias dependencias de limpieza y del almacén de electromedicina del centro
(también en la planta sótano).
Durante
más de tres horas, las aguas residuales no han cesado de caer como si de una
catarata se tratase, convirtiendo las zonas citadas de la planta sótano en algo
más parecido a una laguna pestilente que a unas dependencias hospitalarias.
Resulta absolutamente increíble que nuestro hospital haya tenido que sufrir
otro nuevo episodio, el tercero como decimos, de un mismo e irresuelto atasco
cuya persistencia viene a demostrar, a nuestro juicio, la manifiesta incompetencia
gestora de un equipo directivo que desde el primer día ya tendría
que haber adoptado
la pertinentes decisiones para garantizar la completa eliminación del atasco y evitar,
así, cualquier posible repetición posterior del mismo. No lo hicieron así el
martes 11 (porque, al parecer, estos problemas no deben preocuparles en exceso)
y el atasco se repitió de forma irremediable el pasado jueves 13 de agosto.
Lugar del atasco |
Cualquier responsable mínimamente sensato se habría tomado aquel segundo episodio como un notable aviso y habría adoptado las decisiones de corrección definitivas que no se tomaron la primera vez; pero el sentido común, por lo que se ve, no parece predominar en nuestro equipo directivo y de nuevo se conformaron con el desatasco puntual realizado con enorme esfuerzo y escasísimos medios por nuestro personal de mantenimiento. Podrían haber contratado de forma excepcional (y ante la urgencia del caso) los servicios específicos de una empresa externa especializada en desatascos para una corrección definitiva del problema, pero por desgracia en nuestro centro la lógica del recurso externo funciona al revés: se contrata a empresas privadas para realizar aquello que sí puede hacerse perfectamente con nuestro propio personal (por ejemplo todas las obras y arreglos que se realizan en las plantas) y se utiliza, sin embargo, a nuestro personal (sin medios) para realizar aquello que preferentemente (y a falta de medios propios) debería acometer una empresa especializada, en este caso, en desatascos, ¡mayor incongruencia resulta difícilmente imaginable!. Y, como siempre sucede con toda incongruencia, sus resultados negativos no han tardado en llegar, dando la cara hoy a las 12 en punto de la mañana, cuando de pronto ha empezado otra vez a inundarse toda la planta sótano a cuenta del mismo atasco del día 14 y del día 11 de agosto.
Junto a esa inutilidad de los responsables del centro, también ha brillado con luz propia (como no podía ser menos) la incapacidad de los responsables de la empresa de limpieza UTE LISAN, que no han sido capaces de adoptar ni una sola medida excepcional para hacer frente a la inundación de aguas residuales que acontecía en el sótano y que, incluso, anegaba sus propias dependencias. No han sido capaces, por ejemplo, de llamar a ningún personal de refuerzo, limitándose a afrontar la situación con trabajadoras que quitaban directamente de las plantas y que han soportado así una doble carga de trabajo; no han entregado ropa de agua al personal de limpieza encargado de desalojar como podían las aguas fecales acumuladas, y, por no entregar, ni siquiera les han dado botas de agua para evitar que se mojaran de aguas fecales hasta los tobillos; y tampoco han sido capaces de disponer de más medios mecánicos que una simple aspiradora de agua, difícil de manejar y totalmente insuficiente para encarar desbordamientos de agua en varias dependencias a la vez.
La única “nota destacable” (por denominarla de una forma suave) que desde UTE LISAN se ha producido en relación al atasco y posterior inundación ha sido de carácter verbal y transmitida por boca de su máxima responsable en el centro, quien, en presencia de numerosas personas, no tuvo el menor empacho en manifestar que del atasco del día 11 “se habían sacado las 500 bayetas” que, según dijo, le habían desaparecido a la empresa cuando llegó, dando a entender así la enorme aberración de que el atasco había sido provocado por el propio personal de limpieza al tirar de forma intencionada material por los desagües. La manifestación, obviamente, no podía ser más absurda, ni más carente de cualquier fundamento probatorio, ni resultar, por supuesto, más insultante para un colectivo de trabajadoras, las limpiadoras/es del hospital, que, menguadas en número y sobrecargadas de trabajo, son las únicas que realmente están dando la cara por la limpieza del centro y la dignidad del importante servicio público que prestan a todos los pacientes de nuestro hospital. Si hasta ahora sabíamos que la empresa UTE LISAN actuaba con irresponsabilidad manifiesta en el ejercicio de sus obligaciones materiales, ahora hemos podido comprobar también el enorme grado de desvergüenza y actitud insultante de la que son capaces de hacer gala algunas de sus responsables con tal de escurrir así el bulto de su manifiesta ineptitud.
Ante todo este nuevo cúmulo de insostenibles comportamientos, desde las Secciones Sindicales de AUTONOMIA OBRERA y CGT del Hospital “Puerta del Mar” reclamamos a la Consejería de Salud el cese inmediato del actual equipo directivo del centro por su manifiesta incapacidad para resolver la grave epidemia de suciedad, atascos, y obras inadecuadamente ejecutadas que estamos sufriendo este verano en nuestro centro.
Asimismo, reclamamos, una vez más, la retirada de la concesión del servicio de limpieza a la empresa UTE LISAN por sus constantes incumplimientos y serios ataques a los más elementales criterios de higiene hospitalaria.
Finalmente, exigimos a esta última entidad que cese inmediatamente a la máxima responsable del servicio en nuestro centro por sus insultantes y calumniosas declaraciones hacia toda la plantilla y por olvidar, en suma, y de forma tan palmaria que el primer deber de cualquier responsable no es demostrar prepotencia, sino saber respetar y valorar como se merecen a sus propios profesionales.
NO ME SORPRENDE NADA DE LO QUE ESTÁ SUCEDIENDO EN EL HOSPITAL. DEBIDO A QUE CUALQUIERA PUEDE ACCEDER A UN CARGO. NO ES PERSONAL CUALIFICADO PARA SEMEJANTE RESPONSABILIDAD. A LOS HECHOS ME REMITO.
ResponderEliminarLAMENTABLE.