Cuando allá por el mes de junio la dirección del
hospital presentó su plan de obras para este verano, manifestó con toda
claridad que su proyecto de modificación de estructuras en la unidad de
hospitalización de Trauma A no se iniciaría hasta que no concluyera la obra de
Trauma B y se pudieran trasladar a esta última unidad a todos los pacientes
ingresados en la primera.
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Foto 1 |
Pues bien, aquella afirmación (que habría supuesto actuar de forma coherente respecto a las necesidades y derechos de los pacientes allí ingresados) no se ha visto finalmente cumplida y la obra de Trauma A se inició hace una semana con todos los pacientes hospitalizados aún en la unidad...¡¡ y ello a pesar de la evidente envergadura de la obra que conlleva, entre otras actuaciones, tirar paredes, levantar techos, acarrear escombros, etc. !! (ver fotos 1 y 2).
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Foto 2 |
Las consecuencias lamentables de esta forma de actuar son principalmente dos:
· por un lado, las evidentes molestias que le suponen a los pacientes tener que soportar los ruidos provocados por el derribo de las paredes y todos los martillazos que la obra conlleva (escuchar video adjunto).
· Pero sobre todo, también, los inevitables escapes de nubes de polvo y suciedad que se esparcen por toda la unidad, con el riesgo potencial que ello supone de provocar infecciones y problemas en pacientes que, no lo olvidemos, son en su inmensa mayoría quirúrgicos (ver foto 3).
Para aparentar que se evitan esos problemas, en
especial el segundo de ellos, la dirección del hospital parece conformarse con
que los responsables de la obra coloquen una simple cobertura de plásticos
(como la que se ve en la foto 1), que, en realidad, no mantiene estanca la
instalación, ni impide, como ya hemos dicho, el escape de polvo en suspensión
por toda la unidad. En realidad, se trata de un sistema de aislamiento
totalmente impropio de un hospital y dista mucho del sistema de cierre mediante
planchas de cartón-yeso que se está empleando, por ejemplo, en la obra de la
consulta de fibrobroncoscopia de la 9ª planta. Resulta paradójico (y claramente
demostrativo de la incapacidad gestora de esta dirección) que en una unidad
donde no hay pacientes hospitalizados, como la ya citada de la consulta de
fibro, se utilice correctamente el sistema de aislamiento idóneo y que, sin
embargo, en un control como el de Trauma A, donde sí hay pacientes
hospitalizados, se utilice un sistema de aislamiento inadecuado y con claro
riesgo de escapes de polvo en suspensión.
Esta intolerable forma de actuar de los responsables
del centro en materia de obras resulta aún más inaceptable si se considera que
la dirección mantiene cerradas en el hospital varios controles
en los que
no se realiza
ningún tipo de
obras y donde se podría ingresar provisionalmente a los pacientes de Trauma
para evitarles los problemas y riesgos que esta obra puede suponerles.
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Foto 3 |
Cuando esta mañana hemos tenido noticias de que de
nuevo iban a emprenderse labores de derribo de paredes en la obra, hemos
exigido a la dirección la paralización de las mismas y el traslado urgente de
los pacientes a otra unidad del hospital. Pero la petición no ha servido más
que para paralizar el derribo unas horas, ya que a partir de las dos de la
tarde se han retomado de nuevo las actividades (ver foto 2).
Visto todo ello, desde Autonomía Obrera y CGT no
podemos sino reclamar la dimisión o el cese inmediato de un equipo directivo al
que tan poco parece importarle los problemas y riesgos que este tipo de
actuaciones conlleva. Nuestro hospital no puede seguir en manos de unos
directivos que están empujando al centro este verano a una situación caótica
por su debilidad con la empresa de limpieza y por su tolerancia, ahora, con las
deficientes condiciones de ejecución de unas obras que ellos mismos promueven y
de las que son responsables.
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