27 de noviembre de 2018

LA DIRECCIÓN DEL HOSPITAL PUERTA DEL MAR JUEGA CON LOS DERECHOS DE LOS USUARIOS/AS Y TRABAJADORAS/ES DE CIRUGÍA MAXILOFACIAL Y PLASTICA

Las especialidades de Cirugía Maxilofacial y Cirugía Plástica son, sin duda, dos de las más importantes de nuestro centro, tanto por la complejidad de su actividad quirúrgica, como por tratarse de especialidades que no existen en ningún otro hospital público de nuestra provincia, lo que hace que su población de referencia ascienda a más de 1.300.000 habitantes (al incluir también las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla). En 2017, además, se les concedió a la unidad de Cirugía Maxilofacial el certificado de calidad que otorga la Consejería de Salud a través de la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía (lo que, por cierto, fue rápidamente aprovechado por los responsables de nuestro hospital para hacerse la correspondiente campaña de autopropaganda que tanto les gusta).
La unidad de hospitalización de Cirugía Maxilofacial y Plástica tiene asignadas en nuestro hospital un total de 20 camas, que se ubican en el extremo este de la 4ª planta, donde son ingresados aquellos pacientes a los que el equipo médico de ambas especialidades (compuesto por un total de 15 personas) les ha practicado, por ejemplo, intervenciones quirúrgicas por patología oncológica orocérvicofacial, lesiones traumatológicas faciales, tumores cutáneos, cirugía reconstructiva en el cáncer de mama, injertos de piel, etc. Así mismo, la gran especificidad y complejidad de los cuidados posquirúrgicos de estos pacientes requiere que la enfermería de ambas unidades (constituida por un total de 16 profesionales) disponga de unos elevados niveles de experiencia práctica y formación.
Pues bien, a pesar de atender a una población de referencia que supera el millón de habitantes, a pesar de la complejidad de su actividad quirúrgica y de los específicos conocimientos que su enfermería requiere, AMBAS ESPECIALIDADES VIENEN SUFRIENDO DESDE PRIMEROS DE VERANO DE ESTE AÑO EL CIERRE COMPLETO DE SU UNIDAD DE HOSPITALIZACIÓN Y LA DISTRIBUCIÓN FORZOSA DE SUS PACIENTES EN OTRAS UNIDADES del hospital o donde exista en cada momento una cama libre para poder ingresarlos. La decisión resulta, sin duda, nefasta tanto para los pacientes como para los profesionales de ambas unidades, siendo sus efectos más negativos los que siguen:
·         Inseguridad de los pacientes ingresados: ya que los especiales cuidados posquirúrgicos que requieren ya no son prestados por la enfermería propia de la unidad, sino por otros compañeros/as con experiencia específica de cuidados en otras especialidades (lo que puede dificultar la eficacia final de los procedimientos).


·         Deterioro de la gestión de camas y, por tanto, de los ingresos, al tener que depender de la existencia o no de camas disponibles en otras unidades.

·         Suspensión de intervenciones programadas, ya que, incluso en aquellos casos en que se ha logrado ingresar al paciente en alguna cama  de otro servicio, se ha dado el caso de que la intervención prevista ha tenido que suspenderse por no contar la unidad de ingreso con la información necesaria sobre el preoperatorio concreto que precisa el paciente.

·         Y, claro está, una disminución de camas disponibles en el resto de las especialidades donde terminan ingresados los pacientes de Maxilofacial y Plástica.
  
La aberrante decisión de dejar a ambas especialidades sin su unidad de ingreso se enmarcó dentro del que, todos los años, la gerencia de nuestro centro denomina eufemísticamente Plan de Obras de Verano y que no es otra cosa, en el fondo, que una descarada estrategia para cerrar camas y ahorrar contrataciones; en este caso concreto se justificó “el destierro” de los pacientes de cirugía maxilofacial y plástica por la necesidad de ubicar en su unidad de hospitalización de la 4ª planta a los pacientes de oncología en cuya unidad de origen (ubicada en la 5ª planta) se iban a realizar una serie de obras. Pero lo cierto es que el control de oncología ha estado cerrado todo el verano y en él no se ha movido un ladrillo, ni se ha realizado la menor reparación; de hecho, no ha sido hasta el mes de octubre cuando una empresa privada externa no ha comenzado a realizar en oncología de la 5ª planta las obras para modificar los cuartos de baño de toda la unidad, y que previsiblemente se prolongarán hasta finales de año.



Desde Autonomía Obrera y CGT consideramos absolutamente inaceptable y vergonzoso este cierre prolongado y sin necesidad de la unidad de Cirugía Maxilofacial y Plástica de nuestro centro. Las obras que actualmente se están realizando en el control de oncología se podrían haber ejecutado perfectamente durante los meses de julio y agosto, lo que habría permitido que Cirugía Maxilofacial y Plástica recuperasen su unidad de hospitalización natural a finales de agosto o primeros de septiembre; no haberlo hecho así constituye una agresión insostenible a todos los pacientes de ambas especialidades y una tomadura de pelo descomunal a todos sus profesionales, sobre todo si se considera que la finalidad última de todo cierre no es otra, en el fondo, que el poder disponer de su personal de enfermería para cubrir huecos en otras unidades y reducir, así, el gasto de contrataciones. Como siempre pasa con el SAS, el ahorro es más importante que la asistencia.  

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