ORGANIZACIÓN Y LUCHA

19 de julio de 2017

ANTE LOS PRIMEROS DATOS REALES SOBRE LA AUDITORIA AL SERVICIO DE CIRUGÍA GENERAL DEL HOSPITAL “PUERTA DEL MAR” DE CADIZ

Por fin parece que sale a la luz la auditoría realizada por la Inspección de Servicios Sanitarios de la Delegación Territorial de Salud de la Junta a la Unidad de Gestión Clínica (UGC) de Cirugía General y Aparato Digestivo del Hospital Puerta del Mar, en la que se han revisado 896 historias clínicas de los años 2014 y 2015. Una auditoría que, hay que recordar, no se corresponde con el modelo de auditoría externa solicitada en su día por el Parlamento de Andalucía, pero que, a pesar de estar hecha por los propios técnicos de la administración sanitaria andaluza, ha sido ocultada y tergiversada públicamente con la intención, presumimos, de eludir el conocimiento real de sus resultados.
De los datos que ayer hizo público IU sobre esta auditoría, deben extraerse, a nuestro juicio,  tres conclusiones absolutamente fundamentales:
La primera de ellas es que la auditoría, a pesar de estar hecha, insistimos, por técnicos de la propia administración, viene a confirmar nítidamente todas y cada una de las graves anomalías que ya en 2014 Autonomía Obrera y CGT denunciamos ante la Delegación Provincial de Salud, y que fueron contestadas por los responsables del SAS y del propio servicio de CG con todo tipo de acusaciones y desprecios.  
Tales anomalías eran esencialmente las que siguen:
1. Disminución de las estancias medias hasta límites desmesurados.
2. Incremento de las complicaciones postoperatorias, derivadas posiblemente de altas prematuras.
3. Incremento de los pacientes de Cirugía que tienen que ser atendidos en el Servicio de Urgencias como resultado de lo anterior, y que muchas veces se ven obligados a reingresar en planta.  
4. Incremento de las reintervenciones, que podría responder, por una parte, a esas complicaciones posteriores derivadas de altas precipitadas y, por otra, a las técnicas quirúrgicas utilizadas. 
5. Y tendencia al incremento de las infecciones posoperatorias como presunto resultado de las restricciones introducidas en la estrategia antibioterápica”.
La segunda conclusión es que tampoco se equivocaron ni un ápice los profesionales del servicio de anestesia que ya en mayo del año pasado remitieron informe a la dirección del hospital denunciando numerosas anomalías en la actividad quirúrgica del


Servicio del CG, entre las que destacaban: complicaciones posoperatorias superiores a la media, tasas de mortalidad superiores también a la media e irregularidades en la codificación en las hojas quirúrgicas. Informe que la directora médica dijo no haber leído en su día porque no tenía tiempo de ver todos los correos que se le enviaban, y frente a cuyos autores, hay que recordar, la dirección del hospital reaccionó de la forma más vergonzosa y lamentable que cabe, que no fue otra que la de denunciarlos por la presunta comisión de los delitos de injurias, revelación de secretos y falsedad documental; denuncias para las que Fiscalía pidió finalmente su archivo por no existir ninguno de los delitos imputados y carecer de trascendencia penal las actuaciones que se achacaban al personal de anestesia. A fecha de hoy, no cabe duda, lo mínimo que estos profesionales se merecen es una disculpa pública por el injustificado ataque del que fueron objeto en aquellos días y el sufrimiento emocional que han soportado durante meses.  
Y, en tercer lugar, los datos de la auditoria que se han hecho público acreditan que la actual dirección gerencia del hospital no dijo toda la verdad y realizó una presentación totalmente sesgado de los datos de la auditoria cuando el pasado mes de abril  manifestó a Diario de Cádiz que la auditoria “no presentaba datos especialmente negativos o preocupantes” y que “aunque es verdad que se han identificado áreas de mejora, no hay ningún dato que sea especialmente negativo, nada preocupante y nada que justifique una alarma social"; sorprendentes declaraciones que se contradicen claramente con los datos que ahora se conocen de la auditoria y entre los que se recogen: una estancia media sorprendentemente por debajo de lo normal para un servicio de cirugía general; tasas de reingreso ligeramente superiores a la media; fuerte aumento de la asistencia a urgencias antes de los 30 días desde el alta; fuerte aumento de la tasa de mortalidad en 2015 (a pesar del bajo índice de complejidad del servicio), etc., etc., etc.
Desde AUTONOMIA OBRERA y CGT del Hospital Puerta del Mar entendemos que esta auditoría, a pesar de no ser externa y tener que basarse en registros de datos muy deficientes, pone de manifiesto gravísimos problemas en el Servicio de Cirugía General de nuestro centro frente a los que la Consejería, la Delegación Provincial, el SAS y la Dirección Gerencia de nuestro hospital han jugado, a nuestro juicio, un lamentable papel de encubridores, negando su existencia cuando se denunciaron, y ocultando, después, los datos reales cuando, forzados por la opinión pública y el Parlamento Andaluz, se vieron obligados a realizar esta auditoría interna.
Por todo ello, ambas Secciones Sindicales no podemos sino volver a exigir la dimisión de todo el equipo directivo del hospital y de forma muy especial las del actual Director Gerente y la Directora Médica, tanto por no haber sido capaces durante años de abordar los problemas funcionales que se denunciaban en C.G. como, sobre todo, por haber persistido en no querer investigar las denuncias que se realizaban y haber ocultado la verdadera situación del servicio cuando ya tenían sobre sus mesas los datos reales de la auditoría realizada por los Servicios de Inspección de la Delegación Provincial. Así mismo exigimos la dimisión del Delegado Provincial de Salud, Manuel Herrera, quien llegó a calificar de “falsas, alarmantes y carentes de rigor” las críticas que desde los profesionales se realizaba al funcionamiento de CG, y por supuesto el cese fulminante del actual Jefe de Servicio de Cirugía General, D. J.L. Fernández Serrano.  
La gravedad de los datos que ahora se conocen no puede quedar sin que se depuren las correspondientes responsabilidades entre quienes han sido los cargos directivos de nuestro centro en los últimos años.
El sufrimiento de tantos y tantos pacientes que se esconde tras los fríos datos numéricos de la auditoria ya no tiene probablemente solución, pero sí merece, al menos, que sus responsables directos por acción u omisión presenten de forma inmediata su irrevocable dimisión como cargos públicos.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Publica un comentario, si lo deseas de forma anónima, pero recuerda que debe ser respetuoso y no contener insultos ni descalificaciones personales.
Gracias por participar.