Ante el anuncio de un plan de choque para “hacer frente” a las listas de espera de nuestros hospitales realizado por el nuevo gobierno de PP y Ciudadanos de la Junta de Andalucía, desde las Secciones Sindicales de Autonomía Obrera y CGT del Hospital Puerta del Mar queremos manifestar públicamente lo que sigue:
Primero. Que, en esencia, las listas de espera no son sino el resultado de una evidente falta de correspondencia entre la demanda de atención sanitaria por parte de la población, de un lado, y la oferta de recursos sanitarios por parte de los servicios de salud públicos, de otro; discordancia ésta que, a la vista de su propia naturaleza, de su cronicidad y de lo elevado de sus cifras (en Andalucía y en todos los demás territorios de nuestro país), resulta evidente que no tiene su génesis en ningún fenómeno circunstancial ni de carácter temporal. Las listas de espera, y este idea conviene tenerla muy clara, presentan sin duda un carácter estructural, lo que condiciona de forma absoluta el tipo de medidas que se requieren para corregirlas.
Segundo. Que, consecuentemente con ello, las estrategias de abordaje de las mismas construidas sobre la base de los denominados “planes de choque” (sobradamente ejecutadas ya por todos los gobiernos, de todas comunidades y de todos los tiempos) no han sido nunca, ni podrán ser jamás instrumentos válidos para afrontar y resolver el grave problema de las listas de espera que sufren los servicios de salud. El carácter esencialmente temporal de este tipo de medidas y su muy limitado alcance (el Plan propuesto por PP y Cs tan sólo supone un 0,3% del presupuesto anual del SAS y apenas alcanzará a las intervenciones y pruebas menos complejas) las convierten, desde sus inicios, en herramientas absolutamente inútiles para poder corregir de verdad el innato problema de las listas de espera. A pesar de la aparente imagen de “medida definitiva” bajo la que suelen presentarse, los planes de choque, en el fondo, no son otra cosa que meras campañas de imagen lanzadas por los diferentes actores políticos (en esta ocasión PP y C´s, como en otras ocasiones lo ha hecho PSOE) para engañar a la población, haciendo creer que pretenden de verdad resolver los problemas, aunque en el fondo saben que, al finalizar los planes, todo, absolutamente todo continuará estando igual que cuando se iniciaron.
Tercero. Que, además de resultar totalmente ineficaces para resolver el brutal problema de las listas de espera, los planes de choque, ya sea en su versión “peonadas” (horas extras realizadas por las tardes mayoritariamente por personal médico) o en su versión “externalizadora” (derivación directa de pacientes a centros privados), presentan también un peculiarísimo riesgo de efecto rebote, y ello por dos razones esenciales:
En primer lugar, y sobre todo en el caso de las “peonadas”, porque, al pivotar sobre sectores o colectivos que ya trabajan en el sistema y son titulares de capacidad real para condicionar la evolución de las listas, lo que finalmente pueden provocar en algunos casos es una disminución de la eficacia del funcionamiento ordinario de los recursos públicos y, en consecuencia, un incremento de las propias listas de espera (disminuye la actividad en jornada ordinaria, mientras aumenta la extraordinaria).
Y en segundo lugar, sobre todo en el caso de las “externalizaciones”, porque la financiación de los planes de choque detrae recursos de los presupuestos sanitarios públicos que deberían utilizarse para financiar más plantillas estables, nuevos centros y recursos, etc., de los que tan necesitado se encuentra nuestro sistema para poder hacer frente, precisamente, a esas listas de espera. Además de ello, la “externalización” de las listas de espera deteriora la imagen de la sanidad pública, mientras mejora la del sector privado, provocando así un inevitable trasvase de recursos por la vía del incremento de los seguros privados de salud. Así, lo que en un principio se presenta como la presunta solución a un problema, al final termina convirtiéndose en agravante del mismo.
Cuarto. Que, consecuentemente con lo expuesto, la única solución válida para resolver el grave y extremo problema de las listas de espera, ya sean las oficialmente publicadas (o con garantía de plazo) o las no publicadas (o sin garantía de plazo) sólo puede pasar por el incremento decidido de los presupuestos sanitarios públicos que nos permita aumentar de forma notable nuestras plantillas, optimizar el uso de los
recursos ya existentes, incrementar aquellos en los que seamos deficitarios y potenciar con decisión la atención primaria y la prevención de la salud de la población. Nuestro país, debe recordarse, ocupa en Europa el decimoctavo lugar (de un total de 28 países) en cuanto a porcentaje de inversión en Sanidad por PIB (6.2%) y se encuentra por debajo de la media europea de gasto en sanidad (7,1% del PIB). En cuanto a Andalucía, debemos recordar también, que nuestra comunidad, a fecha de hoy, es la que sigue presentando un menor gasto sanitario por habitante de todo el estado, y que ese gasto medio por habitante (que para 2019 se sitúa, al igual que en 2018, en 1.166,39 e/h) sigue siendo aún inferior al gasto medio de 2010 (1.180,09 e/h) de nuestra propia Comunidad (que fue, en general, el año en que un mayor gasto sanitario per cápita se alcanzó en todas las comunidades).
Quinto. Que en lo referente a las medidas de gestión concreta que, de cara a resolver las listas de espera, deben acompañar a ese inexcusable incremento presupuestario global, debemos recordar que ya en abril del año pasado los dos sindicatos abajo firmantes participamos, junto a la Coordinadora Anti-privatización de la sanidad pública, de una campaña a nivel estatal contra las listas de espera, donde se proponían como alternativas organizativas en Atención Especializada (acompañadas de su correspondiente financiación estructural) las que siguen:
A) Creación de un turno de tarde en los hospitales en las categorías que sean necesarias (especialmente médicos/as) y mediante la contratación adicional y estable de todo el personal que se precise, como única forma de acabar con la manifiesta infrautilización de recursos que se produce entre las 15 y las 22:00 horas en nuestros centros. La instauración de este turno para las/os médicas/os, como ya tienen el resto de las categorías laborales, implicaría:
- Crear empleo en las especialidades médicas que se necesiten y en otras categorías.
- Reducir las listas de espera.
- Y evitar el despilfarro que supone que profesionales cuya formación nos ha costado entre 250.000 - 300.000 € se vean obligados a emigrar a otros países por falta de ofertas de empleo en el nuestro.
B) Incompatibilidad plena público-privado, a fin de evitar así los riesgos de parasitación del sistema público que esa duplicidad siempre encierra. Al igual que en el mundo laboral ordinario se impide el pluriempleo en empresas de la competencia, o que en política se cuestiona cada vez más el mecanismo de las denominadas “puertas giratorias”, tampoco en el sector sanitario público se debe tolerar la prestación de servicios simultanea en el sector sanitario privado.
C) Supresión de los conciertos con centros privados, ya que lo empleado en ellos (que se detrae de los presupuestos públicos) reduce las posibilidades de invertir o incrementar recursos en la sanidad pública, y su coste además, como ya han acreditado diversos informes de los Tribunales de Cuentas de las Comunidades, resulta superior al de la sanidad pública.
D) Mejora por ley de los plazos mínimos de asistencia, reduciéndolos y, sobre todo, haciéndolos extensivos a todo tipo de intervenciones quirúrgicas (tanto las ya sometidas a plazo como las no sometidas actualmente a plazo), pruebas diagnósticas y consultas (ya sean primeras o siguientes).
E) Y, finalmente, asignación y entrega a cada paciente de un código en el momento de la decisión clínica de petición de prueba diagnóstica o intervención, de forma que quede así plenamente asegurada la entrada automática en la lista de espera y el seguimiento personal de su evolución.
Sexto. Que, por último, los dos sindicatos abajo firmantes (que nunca nos hemos caracterizado, precisamente, por connivencia alguna con el anterior gobierno de la Junta) queremos dejar constancia de la enorme vergüenza que nos ha provocado el lamentable uso partidista que PP y Ciudadanos, a nuestro juicio, acaban de hacer de todos los pacientes en listas de espera con su bochornoso anuncio sobre las dimensiones de las mismas y la actitud encubridora del PSOE. Y nos expresamos así por dos razones, a nuestro juicio, muy obvias:
En primer lugar, porque la imputación que, sin sonrojarse siquiera, realizan PP y C´s al PSOE (no reflejar en las estadísticas oficiales los datos de los pacientes no sometidos a plazos de garantía o catalogados como “banales” por el SAS) es una estrategia de “comunicación parcial” de las listas de espera que (con variaciones en cada caso) llevan a cabo todos, absolutamente todos los servicios de salud autonómicos del
estado, hasta el extremo de que, si hoy mismo pusiéramos nuestra mirada en el Servicio Gallego de Salud (gestionado por PP), podríamos constatar perfectamente que allí las críticas a las listas de espera son justo del mismo tono y contenido que aquí en Andalucía, pero en sentido contrario curiosamente: allí es PSOE (la oposición) quien acusa al PP de ocultar los datos de las listas espera reales y engañar así a la opinión pública.
Y en segundo lugar porque el tremendo drama y hasta el sufrimiento, incluso, que implica el enorme problema de las listas de espera es algo total y absolutamente consustancial a las mismas y con plena independencia de que sean, como decía PSOE, sólo 300.000 (los pacientes de primeras consultas y los quirúrgicos con plazo de garantía) o, como dicen PP y C´s, 800.000 (los anteriores más todas las restantes
consultas y pacientes quirúrgicos sin plazo de garantía o considerados por el sistema como “banales”). Sean cuales sean las cifras, y esto es lo que pretendemos dejar claro, las listas de esperas son inaceptables y crueles, y sólo por ello ya deben ser total y absolutamente imputables y criticables. El grave error político del PSOE no ha sido, como ahora denuncian PP y C´s, encubrir los datos globales de listas de espera (porque eso, como ya hemos dicho, lo hacen todos los partidos, en todas las comunidades y mediante diferentes vías), sino no ser capaz de resolver el grave problema de las listas de espera después de casi 40 años gobernando la Junta de Andalucía. Y la única tarea, por tanto, que deben tener en mente y ejecutar todos los gobiernos, si de verdad respetan a los/las pacientes que se encuentran en listas de espera, no es lanzarse acusaciones como vulgares contendientes sobre “quien las tiene más grandes o más pequeñas”, sino proponer y levantar estrategias verdaderamente efectivas para solucionarlas a corto y medio plazo. Todo lo demás no es más que pura politiquería y jugar con la opinión pública a sabiendas de que no se les está diciendo toda la verdad.
Verdaderamente sería lo ideal, aunque lo veo utópico, duplicar hirario de plantilla de cirujanos, por ejemplo, no eliminaría las listas de espera, porque los hospitales están escasos de otros recursos, camas para hospitalización, a no ser que se operen y los echen a sus casas. Es con campaña de gripe y se colapsan y se suspenden intervenciones, con ritmo doble ni una semana se aguanta el ritmo.
ResponderEliminarProhibir a los médicos duplicidad pública privada, se ha intentado torticeramente con el complemento de exclusividad, a toda luz injusto, y lo que ha conseguido es perder a aquellos facultativos de mayor valía, que se van a la privada a percibir su justa remuneración, y encima otras categorías no son "sancionadas" con el agravio que es la perdida de exxluexclusi, por ejemplo enfermería, que cobra más que un médico que trabaje pública y privada, pudiendo encima trabajar en privada el enfermero sin merma de su salario
Han recortado en salario los médicos, ahi no movisteis un pelo, supresión de exclusiva, que solo sucede en Andalucia!! Cuántos liberados sindicales mantenemos? Qué es más importante un cirujano o un sindicalista? Cuando los sueldos meduxis sean iguales en toda España hablamos. El SAS se ha msnmanten por la vocacional de sus médicos, el buenísmo para que se lo lleven otros se acabó. Un enfermero cobra más que un cirujano y no tiene tanta responsabilidad!!! Sí se van a la privada es por pura subsistencia pedazo de demagogos!!
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